La Diabetes como enfermedad no es hereditaria, lo que sí se transmite genéticamente es la predisposición a la enfermedad, lo cual significa que si se presentan otros factores externos como una mala alimentación o el sedentarismo este padecimiento se manifestará.
Los especialistas coinciden en que los aspectos genéticos transmitidos de padres a hijos no se pueden controlar, pero los factores externos (estilo de vida) sí están en nuestras manos para poder modificarlos y evitar o retrasar la aparición de la Diabetes.
Las probabilidades de que los padres hereden la enfermedad a sus hijos se explica de la siguiente manera:
7% de probabilidad si la mamá tiene Diabetes tipo 1.
24% de probabilidad si ambos padres presentan Diabetes tipo 1.
15% de probabilidad si la mamá tiene Diabetes tipo 2.
56% de probabilidad si papás tienen Diabetes tipo 2.
Aun cuando en la familia existen casos de parientes con Diabetes, los hijos pueden evitarla mediante un estilo de vida saludable. Pero en un escenario diferente, en el cual el niño es obeso, no hace ejercicio y come mal, la posibilidad de enfermarse se incrementa de manera significativa.
Por esta razón, los especialistas coinciden en que controlar los llamados factores de riesgo modificables es la clave para prevenir la Diabetes en los hijos.
¿Qué hacer?
Simple: hacer ejercicio diariamente,evitar el sobrepeso, tener una alimentación saludable y balanceada, no fumar, así como mantener en los niveles óptimos la presión arterial y la glucosa en sangre.
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